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El capital social es mucho más que un simple requisito formal para constituir una empresa: es el cimiento económico, jurídico y estratégico sobre el que se edifica toda sociedad mercantil. Se trata del compromiso inicial de los socios con el proyecto empresarial y de una garantía frente a terceros, especialmente en lo que respecta a las posibles deudas que la sociedad pueda contraer.

En este artículo, desde Ávalos Asesores, te explicamos en qué consiste el capital social, cómo se calcula y por qué su correcta configuración es vital para el éxito de cualquier empresa.


¿Qué es el capital social?

El capital social es la cantidad de dinero o bienes que los socios fundadores aportan a una empresa en el momento de su constitución. Este capital sirve para:

  • Iniciar la actividad económica de la sociedad.
  • Responder ante deudas en caso de que la empresa incurra en impagos, especialmente en sociedades de responsabilidad limitada.
  • Definir el porcentaje de participación de cada socio dentro de la empresa.

En resumen, el capital social actúa como respaldo económico y como una manifestación de compromiso por parte de quienes crean la empresa.


Cómo calcular el capital social

Aunque pueda parecer complejo, el cálculo del capital social se basa en una fórmula clara:

Capital social = (Activos – Pasivos) – Reserva legal + Resultados acumulados

Desglosamos cada elemento:

  • Activos: incluyen todo lo que posee la empresa con valor económico, como dinero en caja, maquinaria, existencias o facturas pendientes de cobro.
  • Pasivos: representan las deudas y obligaciones pendientes de pago, como préstamos bancarios o facturas de proveedores.
  • Reserva legal: es una cantidad mínima obligatoria que debe mantenerse como “colchón” financiero. En 2025, se mantiene el mínimo de 1 € para sociedades limitadas y 60.000 € para sociedades anónimas.
  • Resultados acumulados: beneficios (o pérdidas) obtenidos por la empresa en ejercicios anteriores.

Ejemplo práctico

Imaginemos una empresa con los siguientes datos:

  • Activos: 250.000 €
  • Pasivos: 90.000 €
  • Reserva legal: 15.000 €
  • Resultados acumulados: +35.000 €

Paso a paso:

  1. Capital neto: 250.000 € – 90.000 € = 160.000 €
  2. Menos reserva legal: 160.000 € – 15.000 € = 145.000 €
  3. Más resultados acumulados: 145.000 € + 35.000 € = 180.000 € de capital social final

Tipos de aportaciones posibles

El capital social no siempre debe constituirse en dinero. Existen dos tipos de aportaciones:

  • Dinerarias: son las más comunes y consisten en efectivo aportado al crear la empresa.
  • No dinerarias: incluyen bienes materiales como maquinaria, vehículos, equipos o incluso inmuebles. Estas aportaciones son especialmente útiles en empresas que requieren activos tangibles para operar.

En ambos casos, todas las aportaciones deben ser debidamente valoradas y justificadas, ya que forman parte del patrimonio de la empresa y condicionan su estructura financiera.


¿Por qué es tan importante?

Una correcta definición del capital social no solo garantiza el cumplimiento de los requisitos legales para constituir una empresa. También influye en:

  • La credibilidad frente a bancos, inversores y proveedores.
  • La capacidad operativa del negocio en sus primeros meses.
  • La protección de los socios ante situaciones de insolvencia.
  • El reparto de poder y beneficios entre los socios fundadores.

Por ello, definir el capital social es una decisión estratégica que debe tomarse con conocimiento y planificación.


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En Ávalos Asesores, ubicados en Torrent (Valencia), somos expertos en la creación y gestión de sociedades. Te acompañamos desde el primer paso, ayudándote a definir correctamente el capital social, a elegir la forma jurídica más adecuada y a cumplir con todos los requisitos legales y fiscales.

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